miércoles, 24 de octubre de 2012

Donde quiera que estés, espero que seas feliz.


En días como hoy el tiempo parece no terminar de pasar nunca y las palabras suenan todas iguales y sin sentido. En días como hoy da la sensación de que el sol no piensa en volver a iluminar el cielo. En días como hoy mi yo siente que no está completo. En días como hoy... me faltas tú.

Mi espalda apoyada sobre la silla, muchas respiraciones por minutos, una pierna que no cesa de moverse. Mil preguntas en la cabeza y ninguna respuesta. La habitación vacía pero llena de sentimientos incontrolables. Hace tiempo, mucho tiempo, que no estás a mi lado. Una mirada fija en un punto invisible, pensamientos que van y vienen. Te echo de menos. Ha sido un largo periodo sin tu presencia, tu cariño, tus palabras. No me acostumbro a no pertenecer a tu día a día, a no verte y sonreír por el simple echo de tenerte frente a mí. No me acostumbro a ver mil y un fotos del pasado y darme cuenta de que por mucho que lo desee no vas a volver.

Los años quizá no pasaron como me hubiese gustado, pero recuerdo cada instante a tu lado con un amor indescriptible. Fuiste esa clase de persona a la que es obligatorio querer. Tus andadas, historias, recuerdos... Siempre haciéndome sentir afortunada. Siempre haciéndome sentir orgullosa. Ese fue uno de mis mayores errores, no decirte lo orgullosa que estaba de ti. Me pareciste un héroe que guardaba en cada cicatriz de su cuerpo una parte de su vida, algo que contar. Luchaste hasta que la situación no te lo permitió más, pero ganaste. Para mí, ganaste.

Soy consciente de que crecí, que cambié mi forma de ser, que es posible que ya no corriese a colgarme de tus brazos ni te pidiese a gritos pasar tiempo contigo. La vida nos va moldeando cada segundo y es imposible permanecer siempre igual. Pero te juro que nunca perdí la ilusión al verte sonreír cuando como una familia entrábamos por la puerta y comíamos mientras nos contábamos qué tal había se había portado la semana, el mes o incluso el año. Te juro que nunca perdí la ilusión de abrazarte y sentir ese calor que sólo tú eras capaz de aportar. Te juro que nunca dejé de considerarte el más grande, el mejor.

No perdonaré al destino por no haber permitido que te dijese una última vez lo mucho que te admiro, por no haberme dejado estar a tu lado y suplicarte al oído que no me abandonaras. Lamentablemente nada lo va a cambiar y por eso intento recordarte sin lagrimas en los ojos para poder imaginar tu rostro tan alegre como estaba aquella última vez que te vi. Te ganaste ese pedazo de cielo, que sé que ahora tienes, por tus propios méritos. Y aunque allí es posible que todo sea mejor, en el suelo y entre nosotros, siempre va a caminar un hombre que supo enseñarme el significado de la palabra valor.

“Que una persona cuando se va al cielo sigue viva en el corazón de cada persona que lo recuerda. Tú siempre seguirás vivo en el mío.”

martes, 16 de octubre de 2012

EGO.


Hola, permíteme que me presente, que te muestre un trozo de mi mente. Es posible que lo que descubras no sea de tu agrado, pero espero que al menos leyéndolo hayas disfrutado. Empiezo.

Diecisiete años tengo, nací un dieciséis de julio durante un crudo invierno. ¿Extraño? Que va, pues soy chilena de nacimiento. Vine al mundo en un hospital desde el que se puede ver el mar, que está en una ciudad que te te aseguro, si vas, no podrás olvidar.

Crecí en una “Villa Alemana” rodeada de amigas que entonces consideraba hermanas. Un día, no se por qué, mi padre se fue y un año sin él me quedé. Los días pasaron lentos, creo, pues aquellos tiempos apenas los recuerdo. Pero llegó la mañana en la que nos reuniríamos y con siete años me despedí de toda mi gente, eso para una cría es algo muy fuerte. Desde el avión lo recordaba todo con amor y tristeza, pues un nuevo mundo me esperaba tras cruzar ese gran océano azul turquesa.

Te cuento esto porque tal vez sea una de los momentos que más recordaré, una situación importante que ha sentado las bases de lo que ahora es mi forma de ser.

La niña asustada creció y aprendió que todo en la vida es bueno, que pase lo que pase todos salimos de los agujeros. Por ello ahora procuro mantener una sonrisa en mi cara y evitar el daño que puedan hacer las palabras. Pese a eso, he de decir que lloro a menudo y con muchas ganas. Soy sensible hasta decir basta, todo me afecta, pero qué se le va a hacer; las personas no somos perfectas. Además soy cabezota, orgullosa y mi paciencia parece estar encerrada en el fondo de una fosa.

Como todos, también tengo virtudes. Sé escuchar, dar consejos y siempre estaré cuando alguien me pida que lo ayude. Las personas importantes en mi vida las cuento con los dedos de las manos, no acostumbro a decir “te quiero” en vano y los abrazos los valoro más que cualquier cosa. Si has logrado que te de uno es porque has conseguido hacer que te vea como a una gran persona.

Algunas veces me gusta estar sola para reflexionar sobre mi vida y así, en silencio, curarme las heridas que para muchos pasan desapercibidas. Sirve de mucho, te creces, pero esto suele ocurrir pocas veces. Prefiero la compañía ya que te da mucha más alegría. Esos momentos sola, me sirven para cantar. Me encanta cantar, pero me da mucha vergüenza dejarme escuchar. No lo hago para que me digan si lo hago bien o mal, es una forma de olvidarme y escapar por unos segundos del mundo real. A esto se le une mi amor por la música, es algo que no puede faltar en mi vida ya que compone la banda sonora de todas mis idas y venidas.

'Coleccionista de canciones' es mi canción favorita, si sabes por qué, puedes sentirte “afortunado” ya que a pocas personas se lo he contado. Digamos que es especial y tiene un significado que jamás lograré olvidar. Me declaro una enamorada del Cannon en Re Mayor de Pachelbel, ya sea en versión rock o piano, la escucho unas cien veces al año. Me gusta el jazz, el blues, el reggae, el hip hop, el heavy, el rock, el pop... la música no entiende de géneros, trata de hacerte sentir algo en el corazón.

Como podrás comprobar escribir también es una característica de mí. No soy una experta y no pretendo serlo, es una manera de contar todo aquello que siento. Me podrán faltar palabras, expresiones y la redacción puede que no sea la mejor, pero si al poner el punto final me he logrado desahogar, lo demás no importa, esa es mi mayor felicidad. Relacionado con las palabras también ¿adivinas qué? Solía mucho gustarme leer. Ahora ya no lo hago tanto y debería plantearme por qué lo he ido apartando. Si te tengo que recomendar, leete 'Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar' simplemente porque es preciosa y en un hora te terminas todas sus hojas.

Adoro patinar y me encanta el fútbol, pero nunca opino pues pienso que no soy quién para juzgar. Uno de mis sueños es ir a ver un partido de baloncesto puesto que es el único deporte que quizá alguna vez me haya gustado jugar. Soy fan del café, el mango y el aguacate. Sin embargo, odio las aceitunas y los guisantes. Son verdes sí, pero no hay quien los aguante.

No soporto que me mientan y que me reprochen cosas es lo que más me molesta en este mundo. Aun así no acostumbro a enfadarme en serio, pero cuando lo hago como todos, ten cuidado no vaya a ser que te quemes con el fuego.

Poco más te puedo decir acerca de mi persona. Mi película favorita creo que es 'El club de la lucha', me encantan las uñas pintadas y nunca he logrado llenar una hucha. Sueño con vivir en Australia y ver el Pacífico desde mi ventana. Un gran hobbie que tengo es hacer fotos, no busco que a la gente les gusten y por eso las guardo en cajones. Has de saber que en mi bolso siempre hay crema, no me tomes por rara, pero es una manía que ha ido aumentando día a día. Mi gran héroe es mi padre, por todos esos viajes y lugares a los que ha ido. Alguna vez aspiro a vivir lo que él ha vivido.

No sé que me deparará el futuro y a día de hoy estoy perdida. No tengo un camino recto, ni se por donde empezar a echar los cimientos. Creo que todavía me queda mucho por explorar, que aunque me sienta a veces muy madura me faltan experiencias por completar. No me he caído lo suficiente y cuando lo he hecho, no me he levantado todas las veces me hubiese gustado. Sé aprender de mis errores y cuando me prometo algo a mi misma si lo rompo me quedo hecha trizas. Hay un lema que siempre estará en mi vida: 'En algún lugar la debilidad es nuestra fuerza'. Lo llevo siempre en mente y cuando lo recuerdo me vuelvo a sentir viva. Es una forma de decirme, 'tranquila, todo va a ir bien, siempre hay una salida'.

Esto es lo principal, lo que a la mayoría de la gente puede llegar. Obviamente tengo más por dentro que no muestro, como todos. ¿Quieres saber algo más? Adelante llama a la puerta, nadie te va a negar entrar.

lunes, 15 de octubre de 2012

Y así fuiste mi después, mi "por siempre", mi recién.


Los días pasan. A veces demasiado rápido. A veces parecen volar. Cuando quieres echar la vista atrás, como si fuese por arte de magia, todo ha cambiado. El calor ha desaparecido, has sustituido los pantalones cortos por unos largos, en tu armario abundan los abrigos, el despertador suena cada mañana, el tiempo libre escasea... Sí, todo ha cambiado. Incluso tú.

De vez en cuando es bueno sentarse y hablar con uno mismo. Resulta increíble la enorme cantidad de cosas nuevas que puedes descubrir. Por regla general, cuando nuestra vida da un giro, se nota. Yo lo he notado, tu lo has notado, todos lo hemos notado alguna vez. Y no es algo que pueda hacernos sentir triste, es más, normalmente el cambio acostumbra a ser bueno. Eso sí, para unos mas que otros. Es algo que no se busca, simplemente ocurre. No sabes cómo ni por qué pero siempre llega.

Una mañana despiertas como si fuera un día cualquiera, uno más del calendario, pero resulta que no, que ese día por capricho del destino conoces a alguien. Todo empieza con un “Hola, soy tal persona” y los días, las semanas, los meses pasan y en la cabeza de ambos solo se oye: “Espero no tener que decirte nunca adiós”. Aquel conocido de un día cualquiera pasa a ser una de las personas más importantes tu vida. Alguien con quien compartes grandes momentos, alegrías, tristezas. Alguien que te escucha, al que escuchas y con el que te sientes muy cómodo. En ocasiones ni si quiera es necesario que sea una persona nueva por completo, a veces pasa que siempre ha estado ahí pero quizá no era el momento adecuado para estrechar lazos, y de repente, el reloj sigue su curso y se va convirtiendo en un pilar imprescindible.

Como todo, tiene sus pros y sus contras. Siempre que algo entra, algo sale. Puede que en ocasiones, aquello que sale lo haga por propia voluntad. Otras veces, va quedando en un segundo margen. Cuando esto pasa, no puedes echar la vista atrás o te asustarás al comprobar lo que ha ocurrido. Aquellas personas o aquello que alguna vez quisiste con mucha fuerza, se ha esfumado. En ese instante solo te queda pensar en que lo que ha ocurrido ha ocurrido porque así tenía que ser y sobre todo, no puedes plantearte millones de preguntas de las que nunca vas a hallar una respuesta acertada. Hay momentos en la vida en los que te paras a pensar si todo aquello que has perdido, compensa con lo que has ganado. Y la respuesta es que sí. Sí.

Perder nunca significa algo bueno, pero significa aprender. Lo que alguna vez fue, fue y ya está. Si hay algo que nunca jamás te podrán quitar son tus recuerdos. Si con dichos recuerdos sonríes, no pidas más. Tienes que pararte a pensar en que todo tiene su principio y su final y si el final llega, no intentes volver al pasado, no sirve de nada. Dicen que cuando una puerta se cierra, otra de abre. No te martirices imaginando mil y un teorías sobre lo haya podido pasar, ni tú, ni nadie puede explicarlo. Pese a que te duela, pese a que lo extrañes, pese a que alguna vez haya significado mucho, sigue caminando. El ahora es lo único que cuenta y es posible que te depare algo mejor.

Disfruta de ese cambio, de ese nuevo tú, en el futuro quizá lo recuerdes con anhelo. Si es necesario, vuelve a otros tiempos cuando así lo quieras, pero nunca llores. Dicen que solo los momentos buenos conforman nuestra memoria, por lo que si están ahí, es porque fueron felices. Y si fueron felices, lo tienen que seguir siendo.

Todo pasa y pocas cosas quedan, cada día nos marca, nos va dejando huella. Pero no te asustes, no mires atrás, no eches a correr. Es solamente la vida. Piensa, que tarde o temprano volverán los pantalones cortos, habrá mas espacio en el armario sin tu ropa de abrigo, las alarmas mañaneras se acabaran y tendrás todo el tiempo libre que quieras.

Es posible que algún día todo vuelva a ser como antes, mientras tanto, disfruta y sonríe.

domingo, 14 de octubre de 2012

Para la persona que tu y yo formamos.

¿Cuántas veces a lo largo de tu vida te planteas el hecho de vivir alocadamente? Jamás. Es algo que no te planteas simplemente sale solo. No puedo incluirme en ese grupo de personas, yo no vivo alocadamente ni hago cosas fuera de lo normal. Si puedo decir que me río constantemente por cosas absurdas y que algunas veces puedes verme por la calle haciendo movimientos raros y pensar "¿qué puñetas hace?".
Nunca me he parado a pensar si aquello que hago es lo correcto, aunque he reflexionado en numerosas ocasiones sobre si sería lo mejor. Y la verdad es que jamás encuentro respuesta. Solo se que quizá todo esto empezó cuando nos conocimos. O incluso no justo en ese momento, pues la conozco desde hace años, si no cuando empezamos a hacernos inseparables,


No soy consciente exactamente cuando eso comenzó a suceder, solo se que a partir de entonces, mi vida pasó a ser de otra manera. No puedo decir que gracias a ti soy lo que soy o que me has enseñado cientos de cosas, pero si que puedo decir que si algo a cambiado o algo parecido, es por culpa de las dos. Porque entre tu y yo hemos creado a una persona nueva. Y no puedo imaginarme un día sin sin ella. Tus tonterías, tus manías, tus palabras, tus movimientos... Se han convertido también en los míos.

Eres la persona por la que me gusta sonreír cada día y por la que siempre siento que todo va a salir bien. Te has convertido en mi día a día, en parte de mis ganas de ir al instituto, en ese poco interés que ahora tengo de salir por galapagar los viernes, en la alegría tremenda que me da saber que vamos a hacer algo increíble, en que los golpes por un coche amarillo y naranja me resulten graciosos, en esas ganas de creer que podamos pasar una parte de nuestro futuro juntas, en esas cosas que consigo tras mucho insistir, en la razón por la cual me creo que no hacen falta lazos sanguíneos para sentirte como en familia, como otra hermana.

Solamente espero que todo aquello que has llegado a ser para mí, lo sigas siendo todo el tiempo que sea posible. Quiero que tus lagrimas sean mis lagrimas, que tus risas se me contagien, que si tu te caes yo me caigo. Que si yo no puedo, tu tampoco. Que mis planes sean los tuyos, que lo que no hayamos hecho lo hagamos juntas, que si yo me mojo bajo la lluvia tu me abres tu paraguas, que si una grita, la otra también... Que quiero que sigas siendo mi otro yo.

Porque entonces cuando piense si me incluiría en ese grupo de personas que vive alocadamente, podré decir que si. Porque tu eres yo y yo soy tú. Una sola persona que trata de disfrutar del momento y de las pequeñas cosas. La vida es complicada, pero me da igual. Si me das tu mano, juntas mandaremos a la mierda toda la tristeza. Porque la hora de vivir llegó cuando me dijiste estoy aquí para todo, y yo te respondí: YO TAMBIEN. Habré sufrido en numerosas ocasiones, y puede que no supiera como salir del agujero. Si antes me costaba respirar, tu has sido ese aire que te llega directo a los pulmones para hacerlos funcionar de nuevo. Y es que quizás solo se trataba de eso. Quizás bastaba respirar, solo respirar muy lento.

sábado, 13 de octubre de 2012

Solíamos llamarlo Muelle Vergara.


“¡Pasen y vean, al grandioso mago Leroy!”. La voz de un artista ambulante despista a una joven que camina despacio por aquel precioso paseo marítimo. Desvía la mirada haciendo caso a sus palabras, pero dos segundos mas tarde le regala un gesto que claramente quiere decir “lo siento llevo prisa”, cuando en realidad el tiempo es lo que menos le preocupa en esos momentos. Con indiferencia sigue su camino con medio ojo guiñado como consecuencia del fuerte impacto del sol sobre su cara. La brisa marina mece su pelo en minúsculos intervalos de tiempo y poco a poco le va dejando un ligero aroma salado. Observa con interés la gran cantidad de puestos artesanales que se disponen a lo largo de toda la calle. Hay ciertas cosas que le llaman la atención y le gustaría comprar, pero no lleva dinero encima. Siempre le han entusiasmado los artilugios hechos a mano y admira muchísimo a aquellas personas capaces de hacer tales obras de arte.

Después de haberse fijado en numerosos objetos, le echa el ojo a un precioso atrapa sueños de color celeste que se balancea de lado a lado colgado del techo de uno de los tenderetes. Se compone de una red principal cuyo tamaño es bastante considerable, dos redes mas pequeñas a ambos lados y como decoración un par de conchas y plumas en un tono esmeralda. Pese al enorme encanto que ha sentido al verlo, sigue de largo andando despacio. Con ayuda del viento, el largo vestido verde de palabra de honor que lleva puesto, se echa hacia atrás en cuanto la joven comienza a caminar.

Con cada uno de sus pasos, acuden a su cabeza millones de recuerdos de aquel lugar. Al instante piensa en aquella tarde, los dos envueltos en una manta sentados frente al mar. Eran últimos de verano, casi anocheciendo, por lo que el frío era incipiente. Allí fue donde le dijo lo mucho que significaba para él y las ganas que tenía que besarla, y así lo hizo. Ese es sólo uno de los momentos que le rondan en esos instantes. Pocos minutos después, desciende por unas escaleras que la conducen hasta la playa. Siente como la arena se cuela por las rendijas de sus sandalias y disfruta del poco calor que desprende. El sol está empezando a descender. Camina hasta la orilla del mar y con muchas ganas, se moja los pies. Casi al segundo siente ese frío que solo podía ser característico del pacífico. Poco a poco va perdiendo la sensibilidad en los dedos hasta que le resulta lo suficientemente molesto como para apartarse.

Tras estar un rato allí de pie, se sienta de cara al enorme mar que frente a ella se encuentra. Se acuerda de los múltiples baños que se ha dado en aquellas aguas y la cantidad de personas con las que ha estado disfrutando de todo aquello. Piensa la vez en la que uno de sus amigos hizo una fiesta por su cumpleaños y fue todo su grupo a pasar allí la noche, con la expresa luz de la luna y tres antorchas. Fue una noche inolvidable, digna de ser recordada para siempre.

Para siempre. Cualquiera lo diría. Aquellas palabras no consiguen mas que rememorar la mañana en la que se reunió con su mejor amiga para despedirse de ella. Para ambas quince mil kilómetros no eran capaces de acabar con una amistad como la suya. Estaban convencidas. Para siempre se dijeron y ahora ella en el mismo lugar la recuerda con dificultad tras doce años sin verla. No está triste, no hay rastro de querer llorar en sus ojos, sabía que aquello pasaría.

Empieza a sentir como las manos se mueven lentamente intentando comenzar a tiritar. Se calza las sandalias, echa un último vistazo al horizonte y sonríe. Sigue su camino por aquel paseo marítimo en el que alguna vez vivió grandes momentos.

A medida que avanza se fija en que el muelle que años atrás era la atracción principal del lugar, esta en ruinas, apenas queda nada de él. Igual que su pasado.

martes, 9 de octubre de 2012

Querido "yo de niño":

Hola, ¿qué tal estás? ¿las cosas te han ido bien? Seguro que sí. Seguro que eres feliz. O al menos eso espero. Te escribo esta carta para decirte que te echo de menos, que me faltas desde hace demasiado tiempo y hoy por hoy, lo he notado. Te escribo esta carta para darte algunos consejos. Son sinceros y surgen de la experiencia, no espero que los sigas, pero me gustaría que los tuvieses en cuenta. ¿Me dejas? ¿Si? Allá voy.

Por favor, no llores tu primer día de clase, las cosas no son tan malas como imaginas. Entra con una sonrisa que conquiste a todos y que nunca puedan olvidar, ya entenderás por qué. Aprovecha al máximo desde el primer momento y elige bien a las personas que te van a acompañar en tu día a día. Estudia siempre que sea necesario, es aburrido lo sé, pero con el tiempo lo agradecerás. Saca buenas notas y llegarás lejos, pero nunca cambies los libros por la diversión. Atento a lo que te digo: JUEGA. JUEGA MUCHÍSIMO. Llega a casa cansado de haber estado con tus amigos. Juega al fútbol, al escondite, al pilla-pilla, salta a la comba o cualquier otra cosa. Pero hazlo. Aprovecha ahora que puedes. Ensúciate las manos y rompe la rodilla de los pantalones ahora que te da igual. Luego empezaras a tener más cuidado. Que no te asuste darle mal al balón o engancharte con la cuerda, mas adelante entenderás que hay peores fracasos en la vida. No dejes de hacer algo porque puedan reírse de ti, es posible que sea la única época en la que puedas hacerlo.

Cuando llegue tu último día de colegio agárrate fuerte a tus mejores amigos y no los sueltes. Tarde o temprano acabarás perdiéndolos, pero procura que sea lo más tarde posible. Pese a que ocurran muchas cosas que no entiendas, no desistas y haz que las cosas salgan como tu quieres y te evitarás malos tragos. Confía en ti y en todas esas personas y seguro que te irá mucho mejor.

Se bueno con mamá y aunque a veces sea pesada, hazle caso. Ya tendrás tiempo de elegir tu mismo. Dile que la quieres de vez en cuando y escucha sus consejos, pues sólo lo hace para educarte bien. Lo agradecerás. Aprovecha de meterte en su cama cuando sientas miedo y corre a abrazarla cuando te encuentres mal y tengas ganas de llorar. Créeme, luego te costará mas. A papá admiralo y haz que se sienta especial. Pídele que sea él quién te enseñe a montar en bici o a tirarte de cabeza en la piscina porque luego sentirá que ha  invertido  el tiempo que no trabajaba estando contigo. Aprovéchalo ahora que no sois tan diferentes.¡Ah! Y no lo utilices como un monedero, guardatelo para más adelante cuando sera realmente importante. Con tus hermanos mantén una buena relación y pídeles ayuda cuando lo necesites, pero sobre todo procura que a medida que vayas creciendo eso siga siendo así.

No desperdicies ninguno de tus talentos. Aprende a tocar algún instrumento de música, practica algún deporte o cualquier otra cosa que se te de bien. No pienses que es una pérdida de tiempo, con el paso de los años pensarás que fuiste tonto por no haberlo hecho. También te pido que disfrutes de las películas infantiles porque sinceramente son lo mejor. Que juegues con muñecos y te inventes historias imposibles. Que hagas muchas pero que muchas trastadas, porque cuando crezcas, lo que hagas tendrá consecuencias mas importantes. Así que aprovecha. Pero sobre todo, te pido que no tengas prisa por crecer, que disfrutes al máximo de tu infancia, porque luego no vuelve. Que nadie te la quite.

Ya te he dicho que no pretendo que me hagas caso, es más: NO ME HAGAS CASO. Lo mejor de ser niño es precisamente el hecho de que no debes preocuparte por nada. Vive esta etapa como tu quieras, como un niño, porque solo así se consigue que sea una de las mejores épocas de la vida.

Un saludo muy grande y tarde o temprano nos encontraremos. Atentamente : Tu "yo de mayor"

PD: Ni se te ocurra comerte lo guisantes, no lo hago ni yo.

domingo, 7 de octubre de 2012

Hollín.

Quizás no era un buen gato, quizás no era un gato cariñoso,quizás a nadie le gustase su forma de ser o quizás lo evitaban por miedo a que les hiciese daño.
Yo se que no era un buen gato. Siempre se subía a la mesa intentado buscar el mas mínimo rastro de migajas de pan para comérselas. Le encantaban. Y en esa hazaña siempre acababa tirando mas de un vaso, rompiéndolo en mil pedacitos que luego me tocaban barrer a mí.
Yo se que no era una gato cariñoso. Nunca me buscaba para restregarse contra mis piernas, y siempre bufaba al que le molestaba cuando estaba concentrado observando a las abejas merodeando por las flores.
Quizás no era la mejor mascota que alguien pudiese tener. Por eso mismo, él no era mi mascota. Era un colega de esos que aunque no te lo digan constantemente siempre están cuando más lo necesitas. Quizás no me buscaba para restregarse contra mis piernas a todas horas, pero lo hacía cuando estaba enferma o cuando llegaba de algún lugar con ganas de llorar.


Se convirtió en un gato feo, de mirada triste y extremadamente delgado. La leucemia acabó con él. Quizá era por eso que nadie quería acercársele. Les daba pena. A mi me parecía fuerte, con ganas de luchar. Pero se lo impidieron. Quizá nunca fue un gato normal. Pero era mi gato.
Cada vez que el humo de la chimenea deposita el hollín mientras el fuego se consume me acuerdo de él. De MI Hollín. Me acuerdo de su mirada de mafioso, y de sus trastadas. De sus garras que amenazaban con rasguñarte y de sus bigotes llenos de migas de pan. Me acuerdo un gato negro mirando por la ventana, impaciente porque alguien pudiese salvarlo. 





De esos que al decirlos la garganta te pide ayuda.


7 de May de 2011, a las 00:31



Hace probablemente 5 años que te conozca o a lo mejor más.¿Que fuerte no?Como pasa el tiempo. ¿Tú tenías unos 9 y yo 10?¿O no?¡QUE MAS DA! No me importa, lo importante es que te conocí.Eras diferente si. Diferente a la persona que hoy cumple 15 años. 15 AÑAZOS. Estas hecha toda una vieja, eh. Vaya si los años han pasado...¡Y cómo han pasado! ¿Te has parado pensar en la infinidad de cosas que hemos hecho juntas?Son incalculables. Siempre haciendo de las nuestras. Siempre sonriendo. Eramos felices joder, eso no se puede negar ¿Verdad? Y lo seguimos siendo claro está. Vale si, las cosas no son como eran antes. Supongo que eso tu lo sabes igual que yo pero si hay algo que permanece igual es el cariño que te tengo. Bueno, y que me niego a perderte. Como siempre. Dios,¿Te acuerdas de lo cagadas que estábamos en tu cocina cuando la puerta se cerraba sola? Que puto miedo. ¡Vaya tiempos aquellos!
Hoy la Paulina que te felicita es una Paulina diferente a la que te felicitó el año pasado. Las dos hemos cambiado, supongo, pero aun me sigues diciendo "te quiero". Es cierto que te veo menos...Eso me sienta fatal. Un viernes al mes no vendría mal, ¿No?Volver a hacer doscientas y pico fotos en una sola tarde o quedar para grabar canciones (a pesar de que luego nunca lo hacíamos) o para hacer el gilipollas por Vista Nevada mientras llueve. No se trata de pretender imitar el pasado. se trata de intentar tener nuevos momentos igual o mejores. De pasar horas y horas sin preocuparme por nada mas porque estabas tú ahí. Por que tu lo sabías todo. TODO. Porque las cosas que hacíamos tu y yo no las haciamos con nadie más. Porque eramos amigas. No te asustes, lo seguimos siendo y lo seguiremos siendo siempre. ¿Me oyes? SIEMPRE. Me da igual si me odias o si yo me piro muy lejos de aquí, si dejamos de hablarnos o incluso de mirarnos a la cara. SIEMPRE. Tienes un hueco con sofá y todo en mi órgano vital y nadie lo va ocupar por ti jamás. Aun quiero que nos riamos de cincuenta cosas a la vez sin saber por qué, por que eso es lo que nos hacia especiales. ¿Especiales? Muchísimo. Nuestra amistad era diferente. Única.Seguro que en algún lugar del mundo esta gritando ¡Aquí! ¡Aquí! No quiero dejar de hacer todo contigo porque lo haciamos todo.

Almas gemelas con mil y una diferencias, pero...con un solo corazón. Te echo de menos y lo sabes.

¡Disfruta muchísimo! Vuélvete absolutamente loca, y no olvides este cumpleaños nunca.Te lo mereces.
Ojalá que mientras sigan pasando los años esto se haga mas fuerte Y MUCHO MAS GRANDE. Contigo hasta el fin del mundo. Aun nos quedan muchas aventuras por vivir.¿NO ES CIERTO? ¡SIIIIIIIIII! ¡Aun nos quedan millones de países que visitar! ¡Millones de fotos que hacer! ¡ Millones de paridas que decir! y sobre todo ¡Millones de años para recordar!
Te quiero. Pero oye, es un "Te quiero" de los de verdad,  de esos que al decirlos se te ilumina el rostro y te entran ganas de llorar. De esos que solamente les dirías a las personas que de verdad te han hecho feliz.
COMO TÚ.Sigo aquí, y siempre podrás contar conmigo. FELIZ DECIMOQUINTO CUMPLEAÑOS.

Le gusta hacer pompas de jabón porque reflejan la luz del sol

Son curiosas las diferentes formas que posee cada uno para ser feliz. Los tiempos, los conceptos y los valores, cambian. El mundo cada día va a peor. Sin embargo yo seguiré manteniendo una sonrisa en la cara mientras haya personas que me demuestren que a partir de lo más sencillo pueden crearse los mejores momentos de tu vida. Porque la felicidad está donde tú quieras ponerla.


Sin título.



'Soy una pieza de un puzzle a medio empezar,
el cóctel sin terminar que nadie podrá saborear,
una ráfaga de viento difícil de esquivar.
Un chica tan sencilla, un pedazo de sonrisa
y una mirada que parece no dejar de brillar.

Según cuentan y exagerando, una amiga  perfecta
que hace que reír forme parte de ti.
Siempre ayudando a los demás y dando todo de si.
Es la que pone el pilar que falta para terminar
y te acompaña allí donde vayas sin importar la distancia.

Y si me vieras ahora... cabizbaja, con ganas de llorar
con el alma hecho un cristal a punto de partirse en dos.
Escribiendo versos de una poema  triste y sin futuro,
moviéndome de lado a lado rápido y sin rumbo.
Sin un rastro de felicidad en mí.
¿Dirias que soy así?'



Y así van pasando días.

Caminas, caes, levantas…y así durante toda tu vida. Jamás acabas viendo el final, porque el final no se ve. Simplemente llega y ya esta. Son horas, minutos y segundos. Eternos momentos que crees no acabaran nunca y, sin embargo, un día las gotas de lluvia te despiertan dando golpes contra tu ventana y es justo en ese instante cuando comprendes que el sol tardará en volver a salir. No sabes como ni por qué y no puedes explicarlo , pero entre tus huesos hace frío y ese viento que tanto aterra acaba por colarse en tus pulmones colapsandolos. Es entonces cuando no puedes respirar, cuando se te cierra cada parte del cuerpo y el corazón siente una enorme presión. Apoyas la mano sobre tu pecho y escuchas “Pum” y dos segundos mas tarde, solo queda el vacío. Inerte, de pie, mirando fijamente a la nada. Una lágrima recorre lentamente tu mejilla y puedes sentir esa sensación de sal cuando atraca en tu boca. No te mueves, no reaccionas. Es como si tu alma acabase de esfumarse por completo y solo quedasen en tu cuerpo millones de recuerdos. Millones de esperanzas. Millones de vivencias. De repente como por arte de magia un suspiro expira y en la palma de tu mano sientes el latido de tu corazón. Lo notas diferente, pero no das importancia. Observas el reflejo de una persona en el espejo. Eres tu, pero apenas te puedes reconocer. Sonríes. Las gotas de lluvia siguen deslizándose por tu ventana y el cielo esta cubierto de nubes negras. Ahora si que estas completamente segura de que la gran estrella, volverá a salir, pero no brillará con la misma intensidad. Y es que hay personas que desconocen que no hace falta morir para no sentirte vivo.

Sentimientos que se van



Hacía tiempo que no dormía durante tantas horas. Bueno, en realidad no es por la cantidad si no por la calidad. Hacía tiempo que no conseguía un sueño tan sumamente profundo. Llevo un año con un insomnio extremo. Apenas he logrado dormir una media de tres horas diarias, por lo que debéis suponer que hoy me siento con una fuerza sobrenatural. ¿Cómo lo he conseguido? Es posible que la fiesta de ayer sea la causa de haber batido mi récord de horas sin abrir los ojos. Han sido nada más y nada menos que trece horas de sueño ininterrumpidas. Parecía un bebé acurrucado con su mantita. Lo único que estropea este momento de relax es el terrible dolor de cabeza que me azota con fuerza y me impide pensar con claridad. Quizá para añadir un poco más de énfasis también puedo decir que no recuerdo absolutamente nada de la noche.
Supongo que ahora es cuando toca decirme a mi misma “no pienso volver a mezclar vodka con tequila en mi vida” y me añado “y muchos menos si incluyo cualquier pastilla en mi cóctel molotov”. Pero seamos sinceros, esta claro que eso no va a suceder, todo adolescente repite esa frase a lo largo de su juventud unas trescientas veces y sólo uno de cada diez acaba cumpliéndolo. Pero bueno, para consolarme a mi misma me he propuesto que el sábado en la fiesta de cumpleaños del novio de Alexia, intentaré con todas mis fuerzas separar el Vodka del Tequila.
Lo cierto es que el único recuerdo que hay en mi cabeza en estos momentos de la noche de ayer, y aun así es algo borroso, corresponde a cuando estaba en el baño con la cabeza bajo el chorro de agua de la ducha y Emma a mi lado sujetándome mientras no paraba de hablar. Probablemente me estuviese riñendo y diciendo lo mucho que odia mi afán “suicida”.Ese fue sin duda mi momento de máxima sobriedad.
Vale, si. Se que os puedo dar mucha pena o parecer una borracha. Pero seamos sinceros ¿quién no se emborracha teniendo 23 años? Además tenía mis motivos. Estaba sumida en una profunda tristeza, más que nunca, por culpa de una tía sin escrúpulos que se dedica a amargarme la existencia. Si mi asquerosa vida no va bien de por si, por culpa de pécoras como ella acaba descarrilándose por completo. Y entonces pasa lo que pasa.
Cuando te sientes en la parte mas baja de una escalera inexistente, no te importa hacer locuras con tal de escapar de la vergüenza y el dolor que eso te supone. Si vivir es una pesadilla no hay nadie que te asegure que la muerte pueda ser peor y como no hay nadie que pueda responderte, no cesas de hacerte preguntas a ti misma ¿Qué pasaría si…? Alguna vez pensé en empuñar un cuchillo afilado y rajarme la muñeca esperando ver salir mi brillante sangre por montones y sentir el sueño invadiendo mi cuerpo poco a poco. A ese tipo de escapatoria lo llaman “muerte dulce”, pero a mi gusto es mas dulce beberte un cóctel “Sex on the beach”, luego otro, y otros siete mas. Y si es posible mezclarlo con un par de pastillas sabe dios para que. A fin de cuentas con ambos métodos te acabas durmiendo. Qué se le va a hacer, la que nace cobarde se queda cobarde.
Si permanezco tan confiada cada vez que saturo mi sistema con cosas inapropiadas es porque Alexia siempre está presente cuando eso ocurre y como fiel amiga que siempre ha sido, carga conmigo hasta el hospital donde seguramente deben estar hartos de mi. Por ello mi madre se empeña en internarme en un centro raro de esos porque según ella necesito ayuda urgente. Pero yo me niego rotundamente y le respondo que la única ayuda que necesito es la de una madre que se niega a dármela. Ella se calla avergonzada y fin de la conversación.
Yo no soy una yonki. No me inyecto heroína en vena, no esnifo cocaína, no fumo hachís ni tomo pastillas de éxtasis. Joder que cuando digo que “ Y si es posible mezclarlo con un par de pastillas sabe dios para que” si soy consciente de para qué son dichas pastillas. Forman una mezcla de somníferos,tranquilizantes musculares e ibuprofeno. A fin de cuentas es lo mismo ya que dosis altas y descontroladas son igual o peor que la droga. Por eso amenazo a mi madre con que si me interna en un centro de esos, la próxima vez no controlaré la cantidad de medicamentos que ingiero, y como sabe que de algún modo el alcohol y las pastillas nunca llegan a acabar conmigo, prefiere no arriesgarse. Además cabe añadir que sabe perfectamente que la culpa de lo que soy ahora es solamente suya, que si no la hubiera cagado tan sumamente gorda, nada de esto hubiese pasado. Seamos sinceros, yo no intento suicidarme, intento “escapar por unos segundos” de mi vida.
Muchos me recriminan que nunca pienso en los que dicen quererme, pero en la vida hay que ser egoísta. Si muchas personas estamos a punto de morir y quiero salvarme solamente a mí, es mi problema. Y si quiero auto destruirme también lo es. Así que…es viernes. Cuatro y trece minutos de la tarde. Ya va siendo hora de ponerme unos vaqueros limpios y bajar a por una cerveza. Mucho mejor si viene acompañada de una dosis escandalosa de perdida temporal de memoria.

Fragmento 'Casualidades del destino'

(...)Cuando te encontrabas abarrotada por el mortífero estrés y tu cuerpo lleno de moratones de poca visibilidad te impedían pasar un buen rato, yo llamaba a tu puerta. Y jugábamos durante horas. Mi especialidad era ganar aquellos juegos, solo así conseguía que tu preciosa y blanca sonrisa volviese a aparecer. Cuando creías perder todo aquello por lo que alguna vez pudiste luchar y la gran bóveda del universo cerraba paso al sol, yo conseguía que las estrellas fugaces desviasen su camino para aparecer frente a ti y escuchar tus deseos. Tu siempre confiaste en mí. Me demostraste tu apoyo. Hoy me he despertado temprano, casi sin sueño. He visto a los rayos de luz de la gran estrella asomar tímidos tras las montañas.Hay personas que dicen que no existo y que si aparezco, a veces puedo causar grandes males. Tengo un nombre poco común, suelen llamarme Casualidad. 

No conozco lo imposible si me giro y están ahí.

Va, es cierto, la vida es increíble. Casi tanto que a veces podría parecer perfecta. Pensaréis que miento y que ahora mismo debería crecerme la nariz hasta kilómetros inalcanzables, pero es la verdad. Es cierto que este pequeño paquete de regalo viene con mentiras, con noches en vela sin dormir, con lagrimas, con punzadas en el pecho, con golpes contra la pared, con odio, con celos, con decepciones, con rayadas mentales y con numerosas putadas. Pero joder, también nos han dado tiritas para curar las heridas, camas mejores en las que poder dormir, sonrisas contra las lagrimas y personas. Si, personas. ¿Qué pasaría si no tuvieses a nadie con quien desahogar tu odio? A nadie de quien ponerte celoso. Nadie que te decepcione. Pero, ¿qué pasaría si no tuvieses a nadie que escuchase tus rayadas? A nadie que te dijera que todo podría haber sido peor. Nadie con quién después de soltar pestes por la boca, no sabes por qué, pero necesitas abrazarlo con todas tus fuerzas y decirle que pase lo que pase quieres estar a su lado...A fin de cuentas lo único que importa es el ángulo con el que enfocas la situación. Yo hoy tengo motivos para ser feliz ¿los tienes tu? Vamos, seguro que sí.

Prólogo de 'Cuando te miro'

Querida memoria:

Los recuerdos hoy han venido como una estrella fugaz a mi mente. Cada palabra ha dado cien vueltas y me ha acorralado hasta que ha conseguido salir.
Ayer me levanté esperando como cada mañana asomarme por la ventana y ver que el sol volvía a sonreírme. Incluso por las noches, dejaba su rastro sobre las estrellas para que yo supiera que aun estaba allí. Ni siquiera a estas alturas conozco el motivo de mi felicidad. Pero ya no me importa.
Ayer me asomé por la ventana prestando atención a los pájaros. Cantaban.
Cerré las cortinas y como siempre me senté en el borde de la cama, casi a punto de caerme. Observé con cautela cada rincón de aquella habitación que había vuelto a ser mía después de casi 20 años.
Estaba prácticamente intacta. Mi cama, mis peluches, mis adornos, incluso los huecos donde antes habían estado las fotos y los pósters, estaban allí.
Ya no quería llorar, ni recordar aquel maldito noviembre de 2009 en el que tuve que tomar la mayor decisión de mi vida. Eso había quedado en el pasado y lo seguiría estando de no ser porque mientras miraba las grietas del techo tumbada en la cama, Vicky gritó mi nombre. Supuse que tendría una llamada o algo parecido, pero no.
- ¿qué ocurre?- Pregunté ansiosa.
- Es para ti.
Me tendió un sobre blanco no muy grande y desapareció entre el frió de otoño. Serena, sin llorar, pero sin faltarle las ganas que le habían acechado desde aquel día. La pesadilla.
Esperé a que entrara en el salón y volviera a tumbarse a escuchar, pero sin ver, los vídeos de otros tiempos. Su vida desde hacía un mes había girado entorno a palomitas quemadas y llamadas de teléfono para conseguir una respuesta. Se desvaneció.
Volví la mirada a aquel sobre y lo giré para saber de donde provenía y de quien era. Leí. Como acto reflejo me tape la boca y abrí los ojos. Una sonrisa. Las mas sincera, quizás, en muchos años.
Entonces comprendí que después de todo, cuando se dice siempre. Es siempre.
Hace más de 20 años…

Consumiendose.

Hoy la brisa matinal se escabulle por su ventana, de fondo se oyen palabras que esperan ser robadas. Está sentada esperando a ser ella. Escribe mentiras con tinta en un papel, algo le dice que tarde o temprano las borrará. La puerta de sus ojos visionan un nuevo mundo. No, allí no puede ir. Es una larga espera, un silencio que quema. Hace tic, luego tac. Las piernas empiezan a temblar.Suspira expulsando frustración. Se acabó. El cuerpo en pie camina sin rumbo. No hay meta. Se rinde.Vuelve a su posición inicial. Piensa en cantar y así poderse calmar. Arranca la hoja anterior y ahora escribe más tranquila. Ya no son mentiras, ahora son verdades. Si, esas que se ven el cualquier parte. ¿O no?Lee sus palabras esperando poder sonreír. En el fondo sabe que la realidad no es así. Vuelve esa angustia, ese dolor y ese ardor que le abrasa el corazón. El reloj hace tic, hace tac, las piernas le vuelven a temblar.
y esa esperanza... ¿por qué rayos no se va?