Eh tú, si tú, no vengo a decirte que
eres increíble, ni precioso, ni nada parecido. Vengo a decirte que
no eres perfecto, que tienes defectos, que posiblemente te enfades
con facilidad o te cueste ser sincero.
Que alguna vez le habrás fallado a
alguien aunque no seas consciente, alguna vez habrás sentido como
una gilipollez ocupaba tu mente. Te has callado cuando no querías,
has hablado mas de la cuenta con quien no debías. Has sentido mil
golpes atizando tu espalda cuando en realidad nada pasaba. Te has
enamorado de quien no te correspondía y día tras día sentías
desvanecerse tu alegría.
Has llorado en noches eternas que
parecían cerradas a cualquier solución y en el pecho unas cadenas
oprimían tu corazón. Te has mirado en el espejo odiando lo que ahí
se reflejaba, intentando cambiar tu aspecto a cada paso que dabas.
Te has escondido entre gente procurando pasar desapercibido porque
algo no iba bien y no querías darlo a conocer.
Has caído y nadie ha estado a tu lado,
has llegado a cuestionarte si tu vida ha seguido el camino adecuado.
Has estado tirado en el sofá sin ganas de salir ni de reír, todo
parecía una mierda, era como si andases sobre una cuerda. Rodeado de
personas pero solo entre la muchedumbre preguntándote si llegará un
día en el que la luz ya no te alumbre.
Pero ¿sabes qué? Que todos hemos
pasado por eso. Todos hemos sentido caer nuestro mundo en un agujero.
Todos hemos creído haber visto un final cuando en realidad solo se
trataba de volver a empezar. Todos hemos dado media vuelta cuando el
camino se ha cerrado, pero eso no significó que el tiempo se hubiese
agotado.
Nuestro cronómetro volverá a cero en
muchas ocasiones y eso significará una oportunidad para mover
nuestras posiciones. Basta con observar lo que vas dejando atrás y
aprender de cada error, eso jamás lo debes olvidar. Todos nacemos
teniendo miedo a la oscuridad, pero solo se trata de aprenderlo a
controlar. Tus defectos son perfectos a ojos de muchas personas y si
haces algo mal, siempre existirá alguien que lo sepa apreciar.
Quiérete tal y como eres y arriésgate
si ganar es lo que quieres. No te hundas en la miseria y se valiente
porque el esfuerzo es recompensado y ya muchos lo han averiguado.
No critiques tus propias debilidades,
algún día serán esa fuerza que hace mucho tiempo buscaste y ahora
de repente encontraste.
No hay comentarios:
Publicar un comentario